Siguen con cautela y atención cada episodio que ocurre en Buenos Aires. El repaso de los medios y las llamadas por teléfonos celulares son constantes. Los gendarmes que trabajan en Tucumán -alrededor de 500- están expectantes respecto de los vaivenes del conflicto laboral por los descuentos salariales de entre el 40% y el 70% a los miembros de esa fuerza, por la aplicación del decreto nacional 1307/12.
"Durante estos días no vamos a hacer ningún tipo de concentración", advirtió a LA GACETA Héctor Rodríguez, principal encargado del Escuadrón y uno de los voceros locales. Explicó que, sin embargo, mantendrán al menos hasta el martes el quite de colaboración iniciado durante la mañana del miércoles.
"Mantenemos las guardias mínimas y esenciales. Esperamos la respuesta del martes. Veremos qué resuelven en la Capital Federal", adelantó.
Puntualizó que la abstención sólo afecta el trabajo administrativo interno. Mientras que mantienen controles acotados en lugares que tienen establecidos, como los puestos sobre rutas nacionales y en las dependencias de la Justicia Federal.
Rechazó que hayan analizado abandonar sus puestos de trabajo. "Somos servidores públicos y no podemos caer en eso. El poder político tiene que resolver la cuestión de fondo, que es el blanqueo de los salarios de los integrantes de las fuerzas. Dieron una solución parcial y por eso nuestras medidas son parciales", manifestó.
Rodríguez respondió al pronunciamiento de los bloques políticos de la Cámara de Diputados y de referentes políticos. "Me gustaría responderles a los que opinan que la forma de manifestarnos no es la correcta. La gente, incluidas las autoridades, desconocen que nuestra lucha salarial es de hace por lo menos 20 años", afirmó.
Relató que agotaron los canales de reclamo judicial, dado que gran parte de ellos presentó amparos. "Tenemos dos fallos de la Corte Suprema. El primero, a favor del reclamo de Gendarmería. El segundo, en contra. Es una aberración jurídica. Los dos son de 2011", lamentó. Describió que son causas que tardan años en resolverse. El gendarme explicó que la problemática salarial no sólo implica las sumas en negro, sino también que los sueldos básicos son demasiado bajos.
"Hay un quiebre histórico en las fuerzas de seguridad. No nos quedó otra que salir a protestar. Le pedimos a la sociedad y a los funcionarios públicos que entiendan. Esto es una consecuencia de cómo jugaron con nosotros. Hasta ahora, fuimos educados y disciplinados", opinó.
El vocero rechazó las críticas que los tildan de "antidemocráticos" o "golpistas". "No pueden ensuciar este reclamo salarial que deriva de errores del poder político y del mando institucional. Nuestros superiores deberían haber negociado hace años y dialogar antes que renunciar", repudió.
El agente se hizo eco de los rumores de que el jefe de la región IV de Gendarmería, Enrique Ayala, sería reemplazado. "Tenemos un sistema verticalista. Cuando un jefe de alto rango es desplazado y el nuevo que viene es más moderno, los otros por cuestiones de decantación tienen que ser desplazados", puntualizó.
El miércoles, gendarmes y sus familiares se habían manifestado en la vereda de la jefatura regional (Salta al 500) para expresar su adhesión al reclamo.
Momentos clave
El martes, efectivos de Prefectura protestaron en Buenos Aires por un decreto que, aseguran, redujo sus salarios hasta en un 60%.
La manifestación siguió con gendarmes, y obligó al Gobierno nacional a depositar los sueldos. Sin embargo, la tensa situación continúa.
En Tucumán hubo una protesta el miércoles, frente a la sede regional de calle Salta al 500, donde se manifestaron gendarmes y familiares.
EL RECLAMO. El miércoles, los gendarmes tucumanos y sus familias se plegaron a la protesta, pero no harán ningun tipo de concentración.